No es la fiebre la que está en las sábanas, es tu aroma de mujer en celo que en cada madrugada hace hervir mi sangre y me lleva a un mundo de unicornios. Un aroma que mina y mi esperanza aviva, que mi leño atiza y mi existencia humedece.
Tormenta
Paso a paso, como llovizna de abril, mi saliva se va quedando en cada poro de tu piel. Y en la horcadura donde emana la vida se riega mi simiente, liberando una tormenta de placer y de gloria, acto seguido… la calma.
Perdón
...y es que tu cuerpo desnudo laudable y sereno, lleno de vida, me embriaga y me lleva a perdonarte la felonía.
Delirio
Me encanta contemplarte en esas noches cuando, como espíritus que no hallan sosiego, tus labios recorren cada recodo de mi cuerpo. Y en tu loca fantasía me envuelves en un mar de lujuria y espasmos.
A oscuras ¿Para qué la claridad si la oscuridad me lo da todo? me da tu piel para que las ganas se viertan y mis manos se pierdan en ella. Me da unos labios a pedir de boca y la oportunidad de besarte sin cerrar los ojos. Me da también la eternidad del tiempo que Cupido detiene para que la noche sea inmortal. ¿para qué la claridad, amor, si la oscuridad nos los da todo?. ****************************** Víctor González Solano www.vigoso.blogspot.com Barranquilla. Colombia
Hola, estos poemas forman parte de mi libro “Mandalas”, próximo a publicar. Autorizo su publicación, siempre y cuando me den el respectivo crédito.
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Aroma
No es la fiebre
la que está en las sábanas,
es tu aroma de mujer en celo
que en cada madrugada
hace hervir mi sangre
y me lleva a un mundo de unicornios.
Un aroma que mina
y mi esperanza aviva,
que mi leño atiza
y mi existencia humedece.
Tormenta
Paso a paso, como llovizna de abril,
mi saliva se va quedando
en cada poro de tu piel.
Y en la horcadura
donde emana la vida
se riega mi simiente,
liberando una tormenta
de placer y de gloria,
acto seguido… la calma.
Perdón
...y es que tu cuerpo desnudo
laudable y sereno,
lleno de vida,
me embriaga
y me lleva a perdonarte la felonía.
Delirio
Me encanta contemplarte
en esas noches cuando,
como espíritus que no hallan sosiego,
tus labios
recorren cada recodo de mi cuerpo.
Y en tu loca fantasía
me envuelves en un mar
de lujuria y espasmos.
A oscuras
¿Para qué la claridad
si la oscuridad me lo da todo?
me da tu piel para que las ganas se viertan
y mis manos se pierdan en ella.
Me da unos labios a pedir de boca
y la oportunidad de besarte
sin cerrar los ojos.
Me da también la eternidad del tiempo
que Cupido detiene
para que la noche sea inmortal.
¿para qué la claridad, amor,
si la oscuridad nos los da todo?.
******************************
Víctor González Solano
www.vigoso.blogspot.com
Barranquilla. Colombia
Hola, estos poemas forman parte de mi libro “Mandalas”, próximo a publicar. Autorizo su publicación, siempre y cuando me den el respectivo crédito.
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